sábado, 19 de septiembre de 2009

Un día especial

Madrugas, como siempre, sin querer. Diluvia, hace frío, coges los trastos y rumbo a la playa de siempre sabes que a lo mejor no merece la pena pero vas igual. Por el camino se te cruza el cable y dices "..y si me voy hasta..." casi una hora de coche; escuchas "in this moment" intentando sacar algo de motivación que justifique un trayecto tan largo y te convences de que a lo mejor rascas algo.
Llegas a la playa y el día sigue oscuro, llueve a mares y ves que apenas sale una ola y que no hay ni una "foca" en el agua, estás sólo en toda la playa.
La playa parece virgen, la lluvia había borrado todo rastro de huellas en la arena y la peculiaridad del entorno salvaje te hace sentir como la única persona en la Tierra. De repente y casi desesperado por pensar que el viaje ha sido en vano esbozas una ligera sonrisa... tímidas líneas perfectas se acercan a la costa y empiezan a romper , perfectas, ordenadas, peinaditas; no son grandes pero sí muy apetecibles. El sonido del mar golpeando te acelera el corazón y sin darte cuenta ya tienes el traje puesto y estás bajando por el acantilado mientras la lluvia te pega en la cara, hace frío.
Antes de entrar te paras un segundo mientras te colocas el invento a disfrutar del espectáculo, las olas rompen ordenadas, despacio, con calma pero con fuerza, es como si te estuviesen llamando. Sin pensarlo dos veces te metes, el agua está fría, remas hasta el pico y te sientas en la tabla a esperar disfrutando del entorno.
Al rato llega la primera, la remas,te empuja, te lanza y te lleva. Escuchas como va rugiendo detrás de tí y simplemente te deslizas disfrutando de ese momento de perfección y armonía; durante unos segundos subes y bajas, frenas y aceleras, recortas y te tapa lo justo... es como un baile en pareja; te sales de ella con una sonrisa de oreja a oreja rezando para que no aparezca nadie más y te robe ese momento de soledad y unión con la naturaleza.
El tiempo pasa, piensas en tus cosas, disfrutas, liberas la mente, dejas que las olas pasen simplemente observando como rompen...perfectas. Olas después notas el frío en el cuerpo y decides salir del agua, feliz, tranquilo, con esa sensación de paz y placer que poca gente conoce y que no sabes como explicar. Piensas en lo afortunado que eres por disfrutar de momentos así; en lo que te aportan estos baños llenos de sensaciones difíciles de explicar con palabras y piensas... ¿ se puede pedir más? Sí... que el día de ayer no se hubiese acabado nunca ;-)